Los diarios, las redes sociales, la televisión: todo está lleno de noticias sobre el COVID-19. Mientras en muchos países se ve una reducción de casos y en otros la escalada apenas comienza, en todo el mundo se discute cuáles serán los cambios que veremos en nuestra vida. Porque cambió, sin duda.
Tendremos una vacuna y tratamientos, sí. Y es muy probable que existan también nuevos protocolos de salud pública sobre cómo prevenir otra pandemia. Eso es lo más evidente. Sin embargo, es seguro que también la vida a la que volveremos será significativamente diferente a la que teníamos antes del brote del coronavirus.
¿Qué veremos?
Disminución de la confianza en el mundo globalizado: En el mundo globalizado previo a la pandemia, disfrutamos de un cierto nivel de confianza que en su mayoría damos por sentado. Podríamos viajar casi sin limitaciones, conocer personas sin restricciones y pedir productos en todo el mundo. Esto simplemente cambiará después de que miles de millones de personas tuvieron que permanecer en confinadas durante semanas. No podremos viajar ni disfrutar de las cadenas de suministro del mundo tan fácilmente. Pensaremos dos veces antes de ir a algún lado o conocer a alguien. La pandemia ya está exacerbando los signos de ansiedad social y agorafobia. Recuperar la confianza lleva tiempo y estas tendencias tendrán lugar durante meses después de que se levanten los bloqueos.
Un nuevo documento, el certificado de inmunidad: Este documento funcionaría de manera similar a los pasaportes y visas. Si estás certificado, podrás reanudar tu rutina diaria y, de lo contrario, deberá permanecer en confinamiento. El gobierno del Reino Unido ya lo está considerando y otros países podrían seguir su ejemplo. Incluso podría convertirse en un requisito para viajar a un país. De hecho, ya está sucediendo. A mediados de abril, Emirates Airline realizó análisis de sangre rápidos COVID-19 en pasajeros que viajaban a Túnez desde Dubai.
La vigilancia como medida de salud pública: Nadie quiere ser vigilado, pero ¿y si es por un bien mayor? A eso tuvieron que recurrir ciertos gobiernos para facilitar el rastreo de contactos. Países como Alemania, Israel y Singapur están utilizando datos de seguimiento telefónico para localizar y alertar a quienes podrían estar infectados. Corea del Sur hizo un esfuerzo adicional al usar imágenes de circuito cerrado de televisión y transacciones bancarias.
Nuevos hábitos: La conciencia sobre las medidas de higiene personal y pública experimentó un aumento gracias a la pandemia. Las autoridades sanitarias en todo el mundo abogan por lavarse las manos regularmente con jabón durante al menos 20 segundos. Se han implementado medidas de distanciamiento social. La gente se está acostumbrando a usar tapabocas para ir de compras. Estos hábitos recién formados podrían persistir mucho después de que se levanten los bloqueos.
La saga COVID-19 llegará a su fin, sin duda. Volveremos a nuestras vidas. Pero esa vida será significativamente diferente. Además, alcanzar ese punto dependerá de nuestras acciones actuales. Debemos respetar las medidas de distanciamiento social y reducir la propagación de la enfermedad. Solo entonces experimentaremos el mundo pospandémico.