Cada 19 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño. Dormir bien por la noche es increíblemente importante para su salud.
De hecho, dormir es tan importante como comer sano y hacer ejercicio. Desafortunadamente, hay muchas cosas que pueden interferir con los patrones naturales de sueño. Las personas ahora duermen menos que en el pasado y la calidad del sueño también ha disminuido.
El lema de este año, establecido por la Asociación Mundial del Sueño, es “Sueño regular, futuro saludable”. Un descanso reparador permite no solo reponer energía para encarar las tareas del día siguiente, sino que puede impactar incluso en la economía mundial.
De acuerdo con un estudio de RAND Corporation, una organización que investiga problemas sociales, un tercio de los estadounidenses no duerme bien, lo que provoca pérdidas de hasta 411.000 millones de dólares anuales. Esta situación se repite en todos los paises industrializados.
¿Por qué dormir bien?
Aumenta la productividad y la concentración: el sueño tiene vínculos con la productividad, la concentración, el aprendizaje y la creatividad. Dormir bien puede maximizar las habilidades para resolver problemas y mejorar la memoria. Se ha demostrado que la falta de sueño afecta la función cerebral.
Disminuye los riesgos de sufrir problemas cardiovasculares, entre otros: dormir menos de 7 a 8 horas por noche está relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Ayuda a desarrollar la inteligencia social y emocional: el sueño tiene vínculos con la inteligencia emocional y social de las personas. Alguien que no duerme lo suficiente es más probable que tenga problemas para reconocer las emociones y expresiones de otras personas. La empatía disminuye en las personas que no duermen lo suficiente.
Reduce el riesgo de sufrir de depresión y otros problemas de salud mental: Los problemas de salud mental, como la depresión, están estrechamente relacionados con la mala calidad del sueño y los trastornos del sueño. El 90% de las personas con depresión se quejan de la calidad del sueño.
Fortalece el sistema inmunitario: El sueño ayuda al cuerpo a repararse, regenerarse y recuperarse. El sistema inmunológico no es una excepción a esta relación. Algunas investigaciones muestran cómo una mejor calidad del sueño puede ayudar al cuerpo a combatir las infecciones.
Disminuye los riesgos de aumentar de peso: La corta duración del sueño se asocia con un mayor riesgo de aumento de peso y obesidad tanto en niños como en adultos. La falta de sueño puede afectar el deseo o la capacidad de una persona de mantener un estilo de vida saludable. Además, existe evidencia que sugiere que dormir bien por la noche puede ayudar a una persona a consumir menos calorías durante el día.