Cada 12 de noviembre se conmemora el Día Mundial Contra la Obesidad Infantil, una condición que ha alcanzado el nivel de problema de salud pública en diversos países.
Siempre solemos escuchar o decir “que gordito tan lindo” pero un niño obeso no es necesariamente uno bien alimentado.
En 2016, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, en todo el mundo existían más de 41 millones de niños –de entre 0 y 5 años– con sobrepeso u obesidad. Si se mantiene esta tendencia, se espera que para 2025, la cifra aumente a 70 millones.
Los niños tienen sobrepeso y obesidad por diversas razones. Las causas más comunes son factores genéticos, falta de actividad física, patrones de alimentación poco saludables o una combinación de estos factores. Solo en casos raros, el sobrepeso es causado por una condición médica como un problema hormonal. Un examen físico y algunos análisis de sangre pueden descartar la posibilidad de una afección médica como causa de la obesidad.
Aunque los problemas de peso son hereditarios, no todos los niños con antecedentes familiares de obesidad tendrán sobrepeso. Los niños cuyos padres o hermanos o hermanas tienen sobrepeso pueden tener un mayor riesgo de tener sobrepeso ellos mismos, pero esto puede estar relacionado con comportamientos familiares compartidos, como hábitos alimenticios y de actividad.
La dieta y el nivel de actividad de un niño juegan un papel importante en la determinación de su peso. Hoy en día, muchos niños pasan mucho tiempo inactivos. Por ejemplo, el niño promedio pasa aproximadamente cuatro horas al día viendo televisión. A medida que las computadoras y los videojuegos se vuelven cada vez más populares, la cantidad de horas de inactividad puede aumentar.
¿Qué enfermedades pueden afectar a los niños obesos?
Los niños obesos corren el riesgo de padecer una serie de afecciones, que incluyen:
Colesterol alto
Hipertensión
Enfermedad cardíaca temprana
Diabetes
Problemas de huesos
Condiciones de la piel como sarpullido por calor, infecciones por hongos y acné
Tratamiento
Es importante hablar con su médico sobre las opciones para tratar la obesidad infantil. Los diversos tratamientos de la obesidad en niños y adolescentes incluyen:
Terapia dietética
Actividad física
Psicoterapia conductual para modificar hábitos
El tratamiento de la obesidad infantil difiere del tratamiento en adultos. La participación de la familia en el programa de control de peso de un niño es un elemento clave del tratamiento. Como sistema de apoyo, la familia es fundamental para garantizar que se cumplan los objetivos de control de peso. Una de las mejores formas de inculcar buenos hábitos en sus hijos es con el ejemplo.