El cáncer de mama se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial en los últimos decenios, con una altísima incidencia, basta pensar que en el año 2018 se presentaron mas de 2.000.000 de nuevos casos, con una mortalidad que supera los 600.000 casos. Si bien no es un tumor muy agresivo, no tiene la mortalidad del cáncer de pulmón, si tiene una alta prevalencia.
Es la primera causa de cáncer en la mujer en mas de 150 países; con tasas de mortalidad que varían ampliamente de un continente a otro. Venezuela no escapa de esta realidad y desde hace varios años supero al cáncer de cuello uterino como primera causa de muerte por cáncer en la mujer.
La mayoría de los canceres mamarios, 90%, son esporádicos, es decir, no tienen relación con la carga genética familiar, pero existe un porcentaje que tienen una mutación genética que las hace mas propensas a padecer esta enfermedad; son aquellas pacientes que presentan mutaciones genéticas BRCA 1 o 2 u otros genes menos frecuentes.
Sin lugar a dudas la disminución de la mortalidad de esta enfermedad se debe a la implementación de los programas de pesquisa o cribado poblacional, que permiten detectar lesiones en etapas tempranas que una vez tratadas de manera adecuada logran llevar los niveles de supervivencia a 5 años por encima del 90%.
Estos programas deben tener como arma de cribado principal a la MAMOGRAFÍA, que denominamos poblacional, porque se aplica a todas las mujeres por encima de los 40 años y hasta los 75 años. En casos seleccionados por el medico especialista se sumará bien la ecografía o la resonancia magnética, según la densidad mamaria o los factores de riesgo propios de cada paciente.
Si ante una lesión sospechosa clínicamente la paciente es diagnosticada, a través de una biopsia, de un cáncer de mama, esta debe ser tratada por un equipo multidisciplinario, el cual al evaluar el sub-tipo tumoral y la extensión de la enfermedad, decidirá que tipo de tratamiento recibirá (sistémico, cirugía y radioterapia), y el orden del mismo.
A las pacientes se les debe ofrecer siempre que sea posible una cirugía conservadora, con criterio oncoplástico y posterior radioterapia + la terapia sistémica. Si no es posible conservar la mama y se decide mastectomía siempre se debe ofrecer la reconstrucción mamaria.
Padecer cáncer de mama NO es una sentencia de muerte, hoy por hoy, se ha convertido en una enfermedad crónica que si diagnosticada a tiempo y tratada en forma adecuada, en mas del 90% se cura definitivamente.