Dr. Estatio Gutiérrez
Médico Pediatra
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Mito 1. Los bebés necesitan para dormir un ambiente de absoluto silencio.
Realidad: Un buen consejo es que
los bebés aprendan a dormir en ambientes con ruido, como el ruido del clima o
la televisión. Esto les servirá para adaptarse en situaciones donde sea
imposible que exista un silencio absoluto. Después de los 9 ó 10 meses de edad,
la mayoría de los niños podrá conciliar el sueño en ambientes donde exista
ruido.
Mito 2. Los bebés necesitan dormir con almohadas, sábanas o edredones, para que puedan descansar mejor. Realidad: Muchas de las mamás se preocupan por que sus hijos puedan resfriarse si no están cubiertos con sábanas o cobijas. Mientras exista una buena temperatura en el ambiente del cuarto del bebé y el pequeño porte suficiente vestimenta al dormir, no es necesario cubrirlo con cobijas o edredones. La Academia Americana de Pediatría prohíbe el uso de almohadas, cobijas, muñecos de peluche u otros objetos en la cuna del bebé mientras se encuentre durmiendo; la razón principal es que estos artículos aumentan el riesgo de que su hijo pueda asfixiarse.
Mito
3. Los recién nacidos deben
comer cada cuatro horas, si no, bajan de peso.
Realidad: No existe un horario
establecido para la alimentación de los recién nacidos; existen niños que
tienen suficiente con ser alimentados cada 5 horas, mientras que otros
necesitan comida cada hora. Esto depende mucho de cada niño y de lo satisfecho
que quede con las tomas. Los bebés nacen con un reflejo de succión y, por lo
tanto, si usted le da un biberón cada 5 ó 10 minutos, es probable que lo
succione y no necesariamente significa que tenga hambre. Si la oportunidad lo
permite, cuantifique la cantidad de alimento que le da y pregunte a su pediatra
si es suficiente.
Mito
4. Para que los bebés
duerman bien, es aconsejable ponerle cereal al biberón en la toma de la noche.
Realidad: Hasta la fecha no
existe ningún soporte científico aceptable que compruebe esto, ni si pudiera
ocasionar trastornos intestinales y alérgicos. En la actualidad los pediatras
no recomiendan ningún alimento sólido antes de los 6 meses de edad.
Mito 5. Los bebés deben dormir bocabajo debido a que, si vomitan, el alimento puede llegar a los pulmones y causarles broncoaspiración. Realidad: Existen posibilidades de que los niños que duermen boca arriba, pueden broncoaspirarse, pero las probabilidades son mínimas en aquellos menores completamente sanos, sin alguna condición de salud que provoque el vómito. La Academia Americana de Pediatría, recomienda que todos los niños duerman bocarriba en donde no exista ningún impedimento para hacerlo, esto debido a que los niños que duermen bocabajo, tienen mayor riesgo de presentar una entidad llamada Síndrome de muerte súbita o Muerte de cuna. Pregunte a su pediatra la posición ideal para colocar a su hijo al dormir.
Mito
6. Los bebés necesitan
zapatos con suelas firmes y duras, así como tener cubiertos los tobillos, con
el fin de mantener alineadas las piernas.
Realidad: Los bebés necesitan
zapatos cómodos, con suelas blandas y suaves. Los zapatos como las botas
vaqueras o aquellos que tienen estrecha la punta, pueden ocasionar
malformaciones a futuro en los pies. Los zapatos tienen la función de proteger
el pie, darle confort y lucidez. Los niños crecen rápido, no invierta mucho en
zapatos que, lo más probable, su hijo sólo utilizará por un período corto de
tiempo.
Mito 7. Cuando los bebés tienen fiebre, se recomienda meterlos a bañar con agua fría o aplicarles alcohol en la piel. Realidad: Si uno mete a un niño con fiebre a bañar con agua fría, lo único que conseguirá es que le aumente más la temperatura. Quizás en algunas ocasiones logre que le baje la fiebre, pero sólo será momentáneamente, porque si le toma la temperatura posteriormente, es muy probable que la tenga de mayor intensidad que antes de que lo metiera a bañar. Prácticamente está contraindicado aplicarles alcohol o alguna otra sustancia como mentol, que lo único que provocará es que se absorba en la piel, pudiendo ser tóxico. Además de que el alcohol se evapora en la piel y produce que ésta guarde más calor y aumente la temperatura. Si de algo quiere preocuparse, preocúpese más por la causa de la fiebre y no por la calentura en sí.
Mito 8. El uso de la computadora es perjudicial para los ojos. Realidad: El uso de la computadora no es perjudicial para los ojos. De todos modos, cuando utilizamos la computadora durante largos períodos de tiempo, los ojos parpadean menos de lo normal (como cuando leemos o realizamos otra actividad que implica trabajar de cerca). Esto puede resecar los ojos, lo que puede provocar una sensación de fatiga o de cansancio ocular. De modo que anime a su hijo a hacer frecuentes descansos cuando consulte Internet o juegue a videojuegos con la computadora.
Mito 9. Los bebés nacen con ojos de tamaño adulto. Realidad: El ojo de un recién nacido NO tiene el tamaño propio de un ojo adulto sino que sigue creciendo y desarrollándose junto con el niño. Este crecimiento explica los cambios refractivos (cambio de lentes) que tiene lugar durante la infancia.
Mito 10. Si los padres tienen problemas en la vista, sus hijos heredarán ese rasgo. Realidad: Lamentablemente, esto a veces es cierto. Si usted necesita lentes para ver bien o ha desarrollado alguna afección ocular (como las cataratas), es posible que su hijo herede el mismo rasgo. Informe al pediatra de su hijo sobre los antecedentes familiares del niño en lo que se refiere al tema de la vista.