La terapia ocupacional es una profesión de asistencia social y sanitaria. Adopta un «enfoque de persona integral» para la salud y el bienestar tanto mental como físico y permite a las personas alcanzar su máximo potencial.
La terapia ocupacional brinda apoyo práctico para capacitar a las personas para facilitar la recuperación y superar las barreras que les impiden realizar las actividades (u ocupaciones) que les importan. Este apoyo aumenta la independencia y la satisfacción de las personas en todos los aspectos de la vida.
«Ocupación» como término se refiere a actividades prácticas y con un propósito que permiten a las personas vivir de forma independiente y tener un sentido de identidad. Pueden ser tareas esenciales del día a día como el autocuidado, el trabajo o el ocio.
Piense en su vida diaria; ¿Sería capaz de sobrellevar la situación o vivir plenamente si no tuviera acceso a Internet? ¿O no podía levantarse de la cama por la mañana?
Los terapeutas ocupacionales trabajan con adultos y niños de todas las edades con una amplia gama de afecciones; más comúnmente aquellos que tienen dificultades debido a una enfermedad de salud mental, discapacidades físicas o de aprendizaje. Pueden trabajar en una variedad de entornos, incluidas organizaciones de salud, servicios de atención social, vivienda, educación, organizaciones voluntarias o como profesionales independientes.
¿Qué hace un terapeuta ocupacional?
La función laboral de un terapeuta ocupacional es ayudar a las personas de todas las edades a superar los efectos de la discapacidad causada por una enfermedad, el envejecimiento o un accidente para que puedan realizar las tareas u ocupaciones cotidianas.
Un terapeuta ocupacional considerará todas las necesidades del paciente: físicas, psicológicas, sociales y ambientales. Este apoyo puede marcar una diferencia real al brindar a las personas un renovado sentido de propósito, abrir nuevos horizontes y cambiar la forma en que se sienten sobre el futuro.
Las habilidades de un terapeuta ocupacional se prestan a nuevos roles emergentes, como trabajar con solicitantes de asilo o refugiados, trabajar junto con la policía o los servicios de bomberos, o vincularse con los servicios psiquiátricos.