Las articulaciones témporo-mandibulares son los dos puntos, uno a cada lado de la cara, justo delante de los oídos, donde el hueso temporal del cráneo se une con la mandíbula. Los ligamentos, tendones y músculos que sostienen las articulaciones son los responsables del movimiento de los maxilares.
Los trastornos de la articulación témporo-mandibular incluyen problemas relativos a las articulaciones y músculos que la rodean. A menudo, la causa del trastorno de la articulación témporo-mandibular es una combinación de tensión muscular y problemas anatómicos dentro de las articulaciones. A veces, también interviene un componente psicológico. Estos trastornos son más frecuentes en mujeres de 20 a 50 años.
Varias revisiones indican que un 50% de la población sufre una disfunción del sistema témporo-mandibular y que aproximadamente un 7% de la población sufre un trastorno bucofacial causante de dolor facial y mandibular. Los síntomas consisten en dolor de cabeza, sensibilidad a la presión de los músculos masticatorios y chasquido o bloqueo de la articulación. A veces el dolor parece manifestarse en las proximidades de la articulación más que en esta. Las alteraciones de la articulación témporo-mandibular pueden ocasionar dolores de cabeza recurrentes que no responden al tratamiento habitual. Los síntomas típicos de estos trastornos mandibulares comprenden el ruido articular, la debilidad de músculos masticatorios y articular, el dolor, la limitación, y la disminución en la gama de movimiento de la mandíbula.
Las pruebas de imagen incluyen radiografía panorámica dental, resonancia magnética y tomografía. La imagen radiográfica de la mandíbula es un método diagnóstico fácil y barato, siendo la prueba de elección en el chequeo de lesiones de la articulación témporo-mandibular. Aunque toda la patología degenerativa, traumática, los cambios displásicos y las relaciones anormales entre disco, cóndilo y fosa no pueda ser evaluada con esta prueba, por lo general se recomienda la radiografía lateral de la boca abierta y cerrada, y la Tomografía axial computarizada (TAC) de la articulación para establecer el diagnóstico. En casos de problemas intraarticulares, si se quiere verificar la condición en la cual se encuentra el disco articular, recurrimos a la resonancia magnética, que es la única ayuda de imagenología que nos indica exactamente el estado en que se encuentra. Los pacientes con limitación articular o disminución del movimiento mandibular, demostrado clínicamente o con la tomografía lateral, pueden ser evaluados mediante esta prueba que determina la posición y morfología del disco. Además, la resonancia puede ser usada para descubrir anomalías circulatorias al inyectar contraste, gadolinio, que realza la imagen vascular
El tratamiento de todos los pacientes con patologías témporo-mandibulares tiene como objetivos una reducción o eliminación del dolor, una restauración de la función mandibular y una reducción en la necesidad de la futura asistencia médica. Un determinante clave en el éxito terapéutico es la educación del paciente sobre el trastorno que padece, así como el cuidado de sí mismo, lo que incluye ejercicios mandibulares, cambios de hábito, y un empleo apropiado de la mandíbula.
En general se recomienda:
Aplicar calor húmedo a la unión o los músculos doloridos durante 20 minutos varias veces al día.
Comer una dieta más suave. Evitar productos de masticación difícil y dividir los alimentos antes de ingerirlos.
Masticar el alimento a ambos lados al mismo tiempo o el lado alterno para reducir la tensión sobre un lado.
Evitar las actividades que implican la amplia apertura de la mandíbula (el bostezo, tratamientos dentales prolongados, etc.).
Evaluación por un equipo multidisciplinario.
Siempre debemos acudir a un buen especialista en el área como los odontólogos, Cirujanos Maxilofaciales y trabajo multidisciplinario con el Otorrinolaringólogo.
Dr. Ernesto Drumond Cirujano Maxilofacial Piso 5, consultorio 511 Previa Cita