Si desea proteger su sistema inmunológico, un creciente número de investigaciones sugiere que debe considerar sus emociones.
Estos estudios posicionan la salud mental no simplemente como una cuestión de manejar pensamientos y sentimientos, sino más bien como una parte importante de su salud en general.
Un sistema inmunológico en funcionamiento protege al cuerpo contra las infecciones. Las células inmunes, que circulan por el cuerpo y en los tejidos, pueden diferenciar entre células sanas y células enfermas. Si encuentra un patógeno, como un virus, genera una respuesta inmune y ataca.
Numerosas investigaciones que muestran cómo la exposición crónica al estrés, la ansiedad y los estados de ánimo negativos pueden afectar la salud física. Por ejemplo, se ha demostrado que el estrés crónico tiene un impacto negativo en la memoria. También que los sentimientos de angustia aumentan el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares.
Emociones negativas e inflamación
Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Pensilvania, encontró que los estados de ánimo negativos podrían cambiar la forma en que funciona la respuesta inmunológica . Asimismo, las emociones negativas están asociadas con un mayor riesgo de inflamación.
La inflamación es una respuesta natural de nuestro sistema inmunológico que se produce cuando el cuerpo reacciona a infecciones o heridas. Si los niveles de inflamación aumentan demasiado, a menudo se asocia con una variedad de afecciones crónicas como la artritis.
Lo que encontró el estudio fue una correlación positiva entre la inflamación de estados de ánimo negativos. Las personas que tuvieron emociones negativas a lo largo del día durante largos períodos de tiempo, tenían niveles altos de biomarcadores de inflamación en la sangre. Sin embargo, experimentar sentimientos positivos -incluso por un corto período antes de que se recolectaran muestras de sangre- se asoció con niveles más bajos de inflamación, aunque esto solo fue comprobado en los hombres.
Aunque se deben realizar más estudios para confirmar estos hallazgos, este estudio fomentará más investigaciones para comprender la conexión entre las emociones y la inflamación.
De esta manera, se podría mejorar la salud a través de intervenciones psicosociales multidisciplinarias.