El Síndrome de Down es, con mucho, el trastorno cromosómico más común y mejor conocido en los seres humanos y la causa más común de discapacidad intelectual.
Las estadísticas indican que 10 de cada 10.000 bebés que nacen, lo hacen con esta condición. Cada 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, gracias a un decreto de la Organización de Naciones Unidas.
Los cromosomas son una especie de paquete que contiene la información genética. Cada uno puede contener cientos o miles de genes. Determinan cómo se forma el cuerpo de un bebé durante el embarazo y cómo funciona el cuerpo a medida que crece en el útero y después del nacimiento. Los seres humanos nacemos con 46 cromosomas. Las personas con Síndrome de Down tienen una copia extra del cromosoma 21. Otro nombre para esta condición es Trisomía 21.
Esta copia adicional cambia la forma en que se desarrollan el cuerpo y el cerebro del bebé, lo que puede causar problemas mentales y físicos. Aunque las personas con esta condición pueden actuar y parecer similares, cada una tiene habilidades diferentes. Generalmente tienen un coeficiente intelectual en el rango de leve a moderadamente bajo y son más lentas para hablar que otros niños.
Algunas características físicas comunes del Síndrome de Down incluyen:
Una cara aplanada, especialmente el puente de la nariz.
Ojos almendrados que se inclinan hacia arriba
Un cuello corto
Orejas pequeñas
Una lengua que tiende a sobresalir de la boca.
Pequeñas manchas blancas en el iris (parte coloreada) del ojo
Manos y pies pequeños
Una sola línea en la palma de la mano (pliegue palmar)
Pequeños dedos meñiques que a veces se curvan hacia el pulgar
Tono muscular deficiente o articulaciones flojas
Más bajo en altura como niños y adultos.
Cómo ayudar a una persona con Síndrome de Down
Si es padre de un niño diagnosticado con síndrome de Down, al principio puede sentirse abrumado por sentimientos de pérdida, culpa y miedo. Hablar con otros padres de niños con esta condición puede ayudarlo a lidiar con la conmoción y a encontrar formas de mirar hacia el futuro. Muchos padres descubren que aprender todo lo que puedan sobre el síndrome de Down les ayuda a aliviar algunos de sus temores.
Los expertos recomiendan inscribir a los niños con síndrome de Down en los servicios de intervención temprana lo antes posible. Los terapeutas físicos, ocupacionales y del habla y los educadores de la primera infancia pueden trabajar con su hijo para fomentar y acelerar el desarrollo.