Dr. Juan Isaac Cuello
Cirujano Pediatra
0416-622-53-93
Para los padres, la posibilidad de una intervención quirúrgica en su niño es una situación sumamente angustiosa. En especial, por la necesidad de la anestesia general, requisito obligatorio en casi todos los procedimientos invasivos en pediatría, necesaria por la escasa colaboración de estos pacienticos y para evitar la gran angustia que estos procedimientos le generan.
Sin embargo, en estos últimos años, la anestesia es uno de los procedimientos médicos que ha obtenido grandes avances en cuanto a medicamentos seguros y menos riesgosos. En la actualidad existen equipos de anestesia con gran sofisticación técnica, que permiten monitorizar y advertir complicaciones de manera instantánea. Además, destaca la preparación y alta capacidad de nuestros anestesiólogos.
Avances
La recuperación de la cirugía en el niño es sorprendente. Se obtiene siempre que se respeten las condiciones básicas de cualquier procedimiento:
Control de la temperatura corporal.
Hidratación.
Control del sangrado.
Prevención de la infección.
Medicamentos idóneos en las dosis adecuadas.
Generalmente, los niños recuperan la conciencia casi de inmediato al suspender la anestesia y tienen una gran tolerancia al dolor. Las técnicas de bloqueo anestésico de las zonas involucradas en la cirugía, contribuyen a la disminución del dolor post operatorio. Esto hace que la mayoría de procedimientos quirúrgicos, se realicen en forma ambulatoria.
La cirugía en el niño mínimamente invasiva ha revolucionado los procedimientos quirúrgicos en Cirugía Pediátrica. El costo que implica la utilización de equipos sofisticados queda recompensado por el bienestar del niño, ya que se reducen las grandes incisiones en tórax y abdomen, hay menos manipulación de vísceras y hay una mejor exploración de la cavidad torácica y del abdomen. Todas estas ventajas redundan en un post operatorio más cómodo y menor tiempo de hospitalización.
Sin embargo, no podemos negar la presencia de complicaciones en cualquier procedimiento quirúrgico, ya sea sencillo o complejo. La exhaustiva evaluación preoperatoria garantiza la disminución de estos eventos, por lo que se realiza el perfil de laboratorio, evaluación por el pediatra y el anestesiólogo y, sobre todo, la disponibilidad de equipos y ambientes adecuados para acometer las eventuales complicaciones, algunas imprevisibles, como son las reacciones alérgicas a medicamentos, broncoespasmo, sangrado intraoperatorio o eventos cardiacos. La presencia de enfermedades crónicas o condiciones como la desnutrición, aumentan el riesgo anestésico. Sin embargo, con las precauciones señaladas, estos riesgos se diluyen y minimizan, lo que hace la cirugía en los niños es un procedimiento seguro y efectivo.