La fibromialgia es el nombre de una afección crónica que causa dolor generalizado y rigidez muscular en muchas partes del cuerpo. Otros síntomas comunes son cansancio extremo y dificultades al dormir. Algunas personas también se sienten vagas y confusas a veces.
Esta patología es común y afecta a alrededor de 2 a 5 de cada 100 personas, principalmente mujeres jóvenes o de mediana edad.
¿Cuáles son los síntomas de la fibromialgia?
Los síntomas más comunes de la fibromialgia son:
Dolor en muchos músculos y huesos: un dolor profundo o ardor que empeora con la actividad o el estrés. El dolor puede moverse por el cuerpo.
Sensibilidad al dolor
Sensibilidad o rigidez en los músculos o huesos, que dura al menos 3 meses
Cansancio extremo
Dificultades para dormir
Otros síntomas y condiciones relacionadas pueden incluir:
Problemas de concentración y memoria
Ansiedad, depresión o angustia emocional
Síndrome del intestino irritable
Piernas inquietas
Dolores de cabeza
Entumecimiento y hormigueo en brazos y piernas
Rigidez muscular o espasmos
Las personas con fibromialgia a menudo encuentran que sus síntomas cambian con el tiempo. Los síntomas pueden empeorar en momentos de estrés psicológico, social o físico.
¿Cuáles son las causas?
La causa de la fibromialgia no se comprende completamente, pero parece que es un problema del cerebro, más que de los músculos y huesos. Por alguna razón, el cerebro de una persona con fibromialgia es muy sensible a ciertas cosas. Siente dolor con estímulos con los que otra persona no los sentiría. Esto no significa que el dolor no sea real, simplemente que el dolor se origina en el cerebro, no en los músculos y los huesos.
Se cree que la fibromialgia está relacionada con otros «síndromes de sensibilidad», como el síndrome de fatiga crónica, las sensibilidades químicas múltiples y el síndrome del intestino irritable.
¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?
Esta patología puede ser difícil de diagnosticar ya que no existe una única prueba o examen para ella. Las personas sospechosas de tener fibromialgia pueden someterse a análisis de sangre y radiografías para buscar otras posibles causas del dolor muscular y óseo.
Un médico puede diagnosticar la fibromialgia cuando cree que el patrón de dolor y cansancio se ajusta a la afección y no a otras.
¿Cómo se trata?
No existe cura para la fibromialgia, pero la mayoría de las personas descubren que pueden aliviar parte del dolor y la sensibilidad con el enfoque correcto. Es importante aprender sobre la fibromialgia y desempeñar un papel activo en su tratamiento.
El ejercicio regular reduce el dolor y el cansancio y mejora el sueño en personas con fibromialgia. El ejercicio debe introducirse de forma lenta y gradual; el ejercicio a base de agua (hidroterapia) puede ser un buen punto de partida. Un fisioterapeuta puede ayudarlo a diseñar el programa de ejercicios adecuado. El tai chi y el yoga también pueden ayudar.
Dormir lo suficiente es importante. Puede ser útil reservar bastante tiempo para dormir, reducir el té y el café después del almuerzo, relajarse antes de acostarse y levantarse aproximadamente a la misma hora todos los días.
Los enfoques psicológicos también pueden ayudar. Estos incluyen aprender a manejar el estrés, aprender a planificar y controlar el ritmo de su vida, y terapias como la atención plena y la terapia cognitivo-conductual o TCC.
Los analgésicos comunes, como el paracetamol y los medicamentos antiinflamatorios, generalmente no son útiles en la fibromialgia. Algunas personas pueden encontrar que su dolor u otros síntomas pueden controlarse con medicamentos que a veces se usan para tratar la epilepsia o la depresión.
Se ha demostrado que algunos medicamentos desarrollados originalmente para tratar la epilepsia, como la pregabalina y la gabapentina, ayudan a reducir el dolor.
Si sospecha que sufre de fibromialgia, consulte a su médico.